miércoles, 25 de noviembre de 2015

Más victimismo, más tensión,... Nada nuevo: es Mas.

Vamos a ver: cuando yo le doy dinero a mis hijos para que se compren, por ejemplo, el desayuno, espero que se lo gasten en un bocadillo, no que se lo gasten en chuches. Y no me vale lo de que "son niños". Ni que una vez les he dado el dinero, pueden hacer lo que quieran, pues ya son "mayores". Ni mucho menos que otros niños se compran lo que quieren. Pero claro, mis hijos son honestos y no mienten, y además tienen claras las prioridades. Si el bocadillo cuesta 80cts. y les he dado un Euro, me devuelven los 20cts., aunque yo se los doy y, entonces sí, se pueden comprar esos 20cts. de chuches, o guardárselos en su hucha. Porque mis hijos tienen hucha. Por lo que pueda pasar, por si mañana quieren o necesitan comprarse algo más caro, poder tirar de esas n monedas de 20 cts. y tener una peonza nueva, o un cómic (me salía escribir tebeo, pero claro, yo soy de otra generación...)
Por el contrario, si fuesen con ese Euro directos a comprarse chuches y se olvidasen de la necesidad más básica por un capricho, pues lo siguiente sería que les acompañaría yo a comprar el bocadillo, o les daría directamente el bocadillo y me quedaría yo el Euro. Pero, como digo, eso no ocurre porque a mis hijos los intento educar bajo valores y principios éticos, empezando por el de la honestidad.
Pues lo mismo para mi presidente autonómico en funciones y su gobierno (también en funciones): si tienes cosas por pagar (farmacias, sanidad, educación, sueldos de funcionarios...) pues eso, precisamente ESO, son prioridades. Y como los hechos y la Historia demuestran que las prioridades de este candidato son ahondar en las diferencias dentro mismo del pueblo al que debería servir, financiar medios de comunicación amigos y ejercer competencias sin estar habilitado para ello, pues pasa lo que pasa, que papá Estado quiere controlar que en lugar de en chuches, el dinero se gaste en lo que de verdad importa (y mucho) a los ciudadanos. Y en lugar de quejarse, lo que debería es sujetarse bien la cara para que no se le caiga de vergüenza. Pero claro, a estas alturas, si alguna vez la ha conocido, ya ni tiene. Bastante tiene, de hecho, en intentar hacernos olvidar que fue Consejero de Política Territorial y Obras Públicas, de Economía y Finanzas y Consejero Primero (algo así como un Vicepresidente) del gobierno de un delincuente confeso (aunque presunto, pues todavía no ha sido juzgado) y de un partido que ha sido facilitador de uno de los entramados mafiosos más importantes del mundo, por lo que se va viendo. Presuntamente, también.
Y con esta carta de presentación, osa decir que por controlar qué y dónde se gasta de nuestros impuestos es una humillación? No, señor Mas: lo que es humillante es que usted gobierne y maniobre no ya para menos de la mitad de catalanes, sino que lo hace para proteger, de entre los millones de familias que en Cataluña somos. a una sola, cuyos miembros deberían estar en prisión preventiva casi todos. Y eso quizás explique que se destinen nuestros impuestos a construir cárceles como ESTA, Claro, el ex Honorable y usted mismo no se merecen menos, si es que al final la pisan como inquilinos.
Así que no perdamos la esperanza. Sabido es que la Justicia en este nuestro País es lenta, pero al final actúa. Y vigile que en su caída, el ex Honorable no le arrastre también a usted. Aunque hasta la fecha lo que está haciendo es méritos para caerse usted solito.

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